La gestión sostenible del agua es un aspecto fundamental ante el escenario futuro que se nos presenta:
– Mayor demanda a consecuencia del aumento de población y de mayores cotas en el nivel de vida (mayor consumo para la industria, para generar energía y para el abastecimiento directo de la población).
– Menor disponibilidad por los cambios que se están produciendo en el clima (sequías, menor volumen de precipitaciones, mayor evaporación, etc.)
En Canarias:
– El agua es un recurso escaso (en Lanzarote la precipitación media anual es inferior a 150 mm).
– Alta demanda de todas las actividades económicas, en particular del turismo y la agricultura.
– Escasa o nula captación de aguas superficiales y subterráneas para el consumo humano (en torno al 8-10 %), por lo que casi la totalidad (más del 90 %) del agua procede de la desalinización del agua del mar –> alto coste energético. Es por ello que el ahorro, la reutilización y la mejor de la eficiencia de los procesos productivos en el uso del agua deben son aspectos clave para la sostenibilidad de las islas.
Medidas para un uso sostenible del agua:
1.- Realiza un seguimiento del consumo, mediante facturas o contadores digitales, para detectar posibles pérdidas y pautas no sostenibles.
2.- Instala mecanismos que permitan el ahorro de agua, como perlizadores, cisternas de doble descarga, sistemas de riego por goteo, etc.
3.- A la hora de adquirir un electrodoméstico, prioriza aquellos con una mayor en eficiencia energética (etiquetado A, B, C, D, … de la UE) ya que también consumen menos agua en su funcionamiento.
4.- Utilizar especies de plantas autóctonas en jardines (requieren de menos recursos hídricos por estar mejor adaptadas al entorno) y realizar el riego por la noche (se evitan pérdidas por evaporación).
5.- Usar sistemas de captación del agua de lluvia para su almacenaje y posterior uso. Ej. captación a través de cubiertas impermeables y almacenaje en aljibes o depósitos.